Siempre estuve convencido que el fomento del turismo era una alternativa para la valoración de nuestro patrimonio y el desarrollo rural, obviamente, teniendo en cuenta la cultura tradicional local. Por ello y porque hay cientos de razones de estar orgulloso del Perú, llevo ahora 7 años explorando rutas y promocionando atractivos de las diferentes regiones.
Creo que tome la decisión correcta para dar a conocer al mundo los tesoros de este país. La afluencia de turistas hacia esta mágica tierra inca, generosa y única, cada día se incrementa a pasos agigantados, esto es un aliciente para quienes participamos y amamos profundamente al Perú.
En COLTUR compartimos la esperanza y el deseo de ver al Peru cada vez mejor, por ello, estamos comprometidos y nos esforzamos por ser los mejores en asesorar a nuestros clientes, con la única finalidad de ofrecerles la experiencia única de integrarnos a modos de vida ancestrales, rodeados de paisajes sublimes, a la par que colaboramos con el desarrollo del territorio. Un viaje con estilo.
Confieso ser un amante del arte hecho a mano y he sido bendecido por la artesanía peruana, una de las más variadas del mundo. Su diversidad, colorido, creatividad, belleza, ternura e inocente sabiduría de sus piezas causan admiración, puesto que contienen siglos de historia e identidad expresados en formas y símbolos. Estas deberían ser suficientes razones para valorar la enorme riqueza del Perú profundo, pero aún hay más por ver y hacer, como:
Navegar por el Amazonas rumbo a un albergue escondido o en un crucero de lujo en la selva amazónica, o recostarse en la arena para recibir un relajante masaje frente a las tibias playas del norte. Deleitarse con la exquisita gastronomía peruana y aprenderla a cocinar. Déjese engreír por la mujer chincherina que con su simpleza, candor y singular simpatía me robaron más de una sonrisa y suspiros de paz. Acompañe a un grupo de comuneros, a cosechar sus primeras papas en las alturas enterrando sus propias manos en la tierra, y olvídese de la rutina y los autos en medio de una Isla de paz en medio del Titicaca. No hay mejores sensaciones que estas.
Hoy en muchos sentidos, soy más peruano que nunca, gracias a su historia y cultura milenaria de las que nos han quedado monumentos y objetos de incalculable valor. Los invito a ser parte de nuestra historia.